He vuelto enamorada de África y del color ocre. Del ritmo africano, no tanto de la música como de la vida. De los niños, que se ríen y te miran a distancia. De las carreteras que se pierden ondulantes en el horizonte. De la sonrisa de los negros, blanca y perfecta, fácil y genuina. Del sol rojo que lo tiñe todo. He vuelto habiendo recuperado de nuevo un sentimiento que pierdo sin remedio una y otra vez en el trasiego de esta sociedad: el del goce de la lentitud, del silencio, de la tranquilidad.
El goce de estar.
Fotos pronto.
El goce de estar.
Fotos pronto.
1 comentarios:
QUIERO VER LAS FOTOOOOOOOOOOSSSSSSSS!!!!!!!!
Besazos guapa!
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