
A ver cosas como ésta...
Nos vemos a la vuelta.
Cuba, Viñales.
O diario a los treinta y tantos.
Formar parte momentáneamente de mi vida de antes, ponerme al día, ver nuevas sonrisas o nuevas preocupaciones en las miradas de la gente que quiero, y sentir que ellos están allí, también momentáneamente, pero que siempre están. Me he traido conmigo la inmensa sonrisa de Ana en esta nueva etapa de su vida, me llevo las palabras confidentes de Idoia, el generosidad de Miguel, la mirada insegura pero voluntariosa de Mirjam por bajar las barreras que nos separan, la alegría de Belén al reencontrarse con ella misma, los abrazos inesperados de Vanessa, Cèlia, la nueva mirada de mi abuelo que me llena de esperanza, la solidez cómplice de Jenni y Jordi en su amor y en su vida, y la magia de contemplar una vida nueva que sin apenas conocerle ya le quiero, ... pero
sobretodo y ante todo, la voluntad de todos y el esfuerzo por estar conmigo y verme aunque sea por unas horas, cancelando otros planes, haciendo malabarismos para sacar
tiempo y hacer entre todos que las circuntancias permitan un reencuentro efímero. El simple hecho de que estuvieran allí se agradece como el más preciado de los regalos, gracias.
Publicado por Agia en 3:21 p. m. 10 comentarios
Etiquetas: gente