Los días grises

Abres los ojos en la cama y ya lo ves, la luz no te parece agradable, te da pereza cualquier cosa y no encuentras un solo pensamiento que te arranque una mínima sonrisa, sino todo lo contrario. Y de repente lo sabes: es un mal día. Entonces tienes dos opciones (probablemente tienes más pero yo soy dicotómica y sólo tengo dos): la primera, buscar dentro de ti los porqués, indagar, interrogar a tu alma, a tu cabeza, a tu corazón para después discutir las impresiones entre los cuatro y llegar a varias conclusiones que podrían ser ciertas según desde el punto de vista en que lo mires, ...y mientras haces todo eso llevas 2 horas o dos días mirando las cosas a tu alrededor que te hacen sentir mal, pero si dejas de mirarlas es como cerrar los ojos a la evidencia y darle la espalda a la realidad, y claro! , eso tampoco es. Por lo menos, nos decimos, nos conoceremos más a nosotros mismos. Sin embargo yo lo único que saco de esos episodios es, a parte de arrastrar a las personas que me quieren, acabar con los ojos como dos tomates maduros y la hinchazón que me dura dos días. Total, pa qué.
La segunda, y estoy de prueba...no sé si funcionará siempre, es mandarlo a la mierda, mandarme a la mierda a mí misma si hace falta y no darme tanta importancia, ni a mis pensamientos ni a mis sentimientos ni a mis episodios semi-depresivos, porque en realidad todo el mundo los tiene, y quien no los tiene es porque se lo curra... o porque no tiene tiempo o energía para comerse la cabeza con cosas que no sean el día a día. Que parece que si no nos mortificamos a nosotros mismos de vez en cuando la vida pierde intensidad.
Esto es lo bueno de leer los comentarios de otros posts que no son tuyos. Hay tanta gente que se siente así de vez en cuando que no necesitas desnudarte para que sea catártico, con leer los comentarios que han dejado a los demás tienes bastante. Y la última gran verdad que he leído es que simplemente nos aburrimos, que hay que salir a la calle y que mirándonos el ombligo no vamos a encontrar la manera para estar mejor con nosotros mismos.
Y para rematar ahí va un vídeo gracioso, y aunque sea pretencioso quizás arranque una sonrisa sin querer a alguien y deje de ser su día gris por unos instantes.